jueves, 5 de noviembre de 2015

Alimentos prohibidos en el embarazo y cazuelita de verduras con hierbas aromáticas



Cuando comenzamos a gestar un bebé en nuestras barrigotas nos llegan noticias de que hay ciertos alimentos que no es aconsejable ingerir durante estos 9 meses que dura nuestra condición de embarazadas, nuestro médico nos da una lista de alimentos prohibidos y comienzan a surgirnos muchas dudas sobre lo que realmente podemos y no podemos comer.

Es verdad que hace años no existían tantas restricciones, mi madre sin ir más lejos comió jamón curado en sus 3 embarazos y mis hermanos y yo salimos perfectamente sanos.

Pero ahora que se conoce que hay ciertos alimentos que pueden causar daños al feto, vamos a intentar llevarlo de la mejor manera posible, sin volvernos locos, porque también existe mucho mito falso que desmentir.

Por eso yo te cuento algunos de mis truquitos para hacer más llevadero el tema de la alimentación en el embarazo. 

1. Pescados crudos, ceviches, tartares o cocinados a menos de 60ºC.
Es verdad que los gusanitos del anisakis de un pescado fresco sólo mueren cuando superan temperaturas de mas de 60ºC de cocinado, pero también podemos congelar el pescado crudo a -18ºC en nuestro congelador de casa,durante 48/72 horas, y la larva muere, por lo que nos podemos preparar sushi casero, tartares o lo que nos apetezca en crudo, y comerlo sin ninguna duda.
A mi me encanta el salmón vuelta y vuelta a la sartén, que quede selladito por fuera y bastante crudo por dentro, así que soy feliz preparándolo en casa. También me compro barquetas de bacalao y salmón ahumado y las congelo durante el tiempo que os indico arriba para después prepararme unas ensaladas deliciosas. Además podéis disfrutar de los boquerones en vinagre o de las anchoas, siempre y cuando lo congeléis todo primero.
Un dato importante a tener en cuenta, es que, los pescados de piscifactoría no tienen anisakis, es por eso que rara vez podremos encontrar estos bichitos en el salmón, a no ser que sea salvaje, y hoy en día es muy raro.
Los pescados blancos son en los que más encontramos estos bichitos, sobre todo en la merluza, el rape y el bacalao.

2. Verduras y frutas mal lavadas.
Siempre debemos lavar bien las verduras antes de consumirlas en casa, pero durante el embarazo debemos tener aún más cuidado. Esto es por la famosa bacteria del toxoplasma, que puede encontrarse en la tierra que pueden contener algunas verduras. Esta enfermedad, la toxoplasmosis, se presenta en diversos mamíferos, como los gatos, aves y reptiles que pueden contaminar la tierra con sus defecaciones.
Yo no uso ningún producto especial para lavar las verduras en casa, las pongo debajo del grifo en el fregadero y las froto con las manos hasta quitarles cualquier resto o impureza que puedan tener.
Es verdad que hoy en día la verdura viene bastante limpia, y en el 90% de los restaurantes utilizan un producto para la desinfección a base de hipoclorito de sodio, es decir, lejía, y la Amukina, que es el producto que recomiendan usar en casa durante el embarazo es un compuesto químico a base de este ingrediente.
Yo no uso Amukina, me parece que mi bebé no tiene necesidad de estar bebiendo lejía, además de que mi ginecóloga me dijo que con lavar las hortalizas bajo el grifo bastaba, ya que, no está comprobado al 100% que esta bacteria muera al ser lavada de esta manera, pero aquí es donde vosotras debéis decidir que es lo que queréis hacer.

3. Salsas y preparaciones a base de huevo crudo.
Hay muchas salsas que tienen como base de su elaboración la yema de huevo o el huevo entero, entre ellas la mayonesa, y no es recomendable tomarlas por las bacterias de la salmonella. Por ley, en los restaurantes están obligados a trabajar con huevo pasteurizado, pero como en algunos sitios no lo respetan, cuando vayamos a tomar este tipo de alimentos fuera de casa (tortilla de patata poco cuajada, mayonesas y aliolis, mouses que se realizan con clara de huevo cruda...), conviene preguntar siempre. Para casa, existen bricks de huevo, yema y clara pasteurizados, que podemos adquirir en grandes superficies para hacer nuestras preparaciones en casa y respirar tranquilos.

4. Pescados que contienen mercurio como el atún, el cazón (bienmesabe o tiburón) o el pez espada.
Aquí si que "no hay tu tía". Hay pescados que contienen altas dosis de mercurio, y este metal,  perjudica el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso del feto.
Aunque harían falta cantidades muy elevadas para que esto ocurriera, el cuerpo tarda en eliminarlo, así que es mucho mejor evitarlo.
Yo, muy de vez en cuando tomo alguna latita de atún en la ensalada, pero nunca más de 1 a la semana, y normalmente dejo pasar más tiempo.

5. Embutidos, carne cruda o poco hecha.
Aunque hace poco leí un estudio acerca del jamón que decía que el centro tecnológico andaluz del sector cárnico en colaboración con la Sociedad Española de ginecología y obstetricia han concluido en varios estudios que el parásito del toxoplasma se extingue por el proceso de curación al que se somete esta carne, mi ginecóloga me lo ha prohibido también, así que yo no lo como.
(Podéis pinchar aquí para leer el artículo completo)
En el caso de la carne, hay que comerla muy hecha, que no sangre ni esté rojita, por lo que hay que cocinarla bastante, cosa que a mi me parece un sacrilegio, y en este caso no sirve la previa congelación, ya que necesitaríamos un abatidor industrial que alcanzase temperaturas bajísimas de mas de 50ºC bajo cero.

6. Quesos y leche no pasteurizados.
Los productos lácteos no pasteurizados tienen riesgo de listeria, enfermedad que puede producir graves secuelas en el feto, además de parto prematuro, abortos, etc. y aunque hoy en día los controles alimentarios son muy altos, no sabemos realmente en que condiciones se han conservado algunos alimentos y es mejor no arriesgarse.
Podemos tomar quesos de leche cruda siempre y cuando los cocinemos bien y burbujeen, por lo que si el queso está fundido no hay problema ninguno.
De todas formas, hoy en día hay muchísimos tipos de queso en el supermercado que están pasteurizados, por lo que ¡acostumbrémonos a leer las etiquetas de los productos!

7. Cafeína, teína y otros estimulantes.
Se aconseja limitar su consumo a un máximo de dos tazas al día (unos 200 mg. como máximo).
Antes de estar embarazada yo tomaba 2 tazas de café al día , pero ahora no tomo ninguna, me he cambiado al descafeinado, que aún así, siempre contiene, aunque poco, algo de cafeína, y de vez en cuando, como algo excepcional o especial, me tomo una coca-cola zero, que es mi refresco favorito.
Hay que tener en cuenta que el chocolate también contiene algo de cafeína, por lo que será también un estimulante para el feto, podéis tomaros una onza media hora antes de ir a haceros una eco, ¡Ya veréis lo que se mueve el pequeñajo!

8. Alcohol.
Ni que decir tiene que no se puede tomar absolutamente ni gota de alcohol durante las 40 o 42 semanas que pueda durar tu embarazo.
Eso si, puedes hacer un pollo al vino siempre y cuando la salsa hierva y el alcohol se evapore.

En principio, estas son las restricciones alimentarias que existen durante el embarazo, todo lo demás son mitos falsos.

¿Quien no ha escuchado alguna vez eso de que no se puede comer picante porque al feto también le pica?
Pues os diré que eso es totalmente falso, podéis comer todo el picante del mundo que a vuestro bebé no le pasará nada, lo único es que a lo mejor después tenéis peores digestiones.

Tampoco es cierto eso de que hay que comer por dos, no, hay que comer normal durante el primer trimestre, y aumentar unas 300 calorías diarias más a partir del segundo trimestre.

Además de llevar una dieta equilibrada durante el embarazo hay que hacer, siempre que nuestro médico no nos diga lo contrario, algo de deporte, nadar, caminar, pilates... ya que, es muy bueno para la circulación y para la colocación del bebé en los últimos meses previos al parto.

Y como complemento de todos estos consejos y recomendaciones os traigo una receta sanísima que a mi ¡Me encanta!

CAZUELITA DE VERDURAS CON HIERBAS AROMÁTICAS

INGREDIENTES:

100 gr. de guisantes
100 gr. de habas repeladas
un manojo de espárragos verdes
1 manojito de orégano* fresco
1 manojito de salvia* fresca
1 ramita de tomillo* fresco
Aceite de oliva virgen extra
1 nuez de mantequilla
Sal y pimienta negra

(*) Siempre es mejor usar hierbas frescas porque tienen más sabor, pero si no tenéis la opción el orégano y el tomillo seco son buena elección, pero no la salvia seca, ya que tiene un sabor horrible.


PREPARACIÓN:

En primer lugar desvainamos los guisantes, si son frescos, y pelamos las habas.

Lavamos bien los espárragos y los cortamos en trozos no muy pequeños, albiés (un poquito en diagonal para que queden más monos).

Ponemos abundante agua en una olla al fuego y cuando hierva cocemos las verduras hasta que estén a nuestro gusto, a mi me gustan un poquito al dente, pero eso ya depende de vosotros, tardarán entre 5 y 15 minutos, ya os digo, dependiendo de vuestras preferencias.

Las escurrimos bien y las salteamos en una sartén con aceite de oliva virgen extra y las hierbas aromáticas picaditas, añadimos sal y pimienta al gusto y, si nos apetece, podemos añadir una nuez* de mantequilla al final para enriquecer, lo que le dará una textura más cremosa a nuestro plato.

(*) Cuando hablo de "nuez de mantequilla", me refiero a la cantidad equivalente a una cucharilla de café.

¡¡Espero que tengáis un feliz fin de semana!!

2 comentarios, ¿Dejas el tuyo?:

Liliana Fuchs dijo...

Muy interesante Carol, es un tema todavía algo desconocido para mí, aunque estas cosas me interesan. Hay muchos mitos y creencias falsas en torno a la alimentación durante el embarazo, y más en los últimos tiempos con tanto bulo y tanta psicosis colectiva.
Con lo del café yo propondría cifras concretas de cafeína, porque eso de "dos tazas" puede ser muuuuy diferente según el tipo de café o cómo se prepare (una taza puede tener hasta tres o cuatro veces la cafeína de otra, según diversas variables).
Tomo buena nota por si acaso para el futuro ;). Y me encantan las cazuelitas!

Carol dijo...

Tienes mucha razón Liliana, dos tazas es muy relativo, la cantidad recomendada de café es no más de 200 mg. al día, que sería una taza grande o dos tazas pequeñas aproximadamente, pero claro, depende del concepto que cada uno tenga de taza. Un besito

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Carol