Unos geniales días de campo

Escribo esta entrada mientras escucho "Gone, gone, gone", una preciosa canción de Philip Phillips que ayer escuché en el cine, mientras veía The amazing spiderman 2 con el barbas.

La verdad es que nos encantó la peli, la recomiendo, además de que me parece mucho mejor esta nueva saga, que la de Tobey Maguire, demasiado ñoño este último.

El caso es que hoy no venía a hablaros de cine, si no de los días que pasamos en el campo en Semana Santa, que han sido muy especiales para nosotros, ya que, nos encanta estar en contacto con la naturaleza y aprovechamos para dar unos bonitos paseos en familia.

Los campos estaban preciosos vestidos de verde, y había flores por todas partes, ya sabéis que me encantan las flores, y disfruto mucho haciendo bouquets caseros y/o camperos.

Además también estuvo con nosotros La familia mono y el pequeño mini mono, mi sobrino, que se lo pasó en grande corriendo detrás de las ovejas, tirando piedras en las charcas y cogiendo los huevos de nuestras queridas gallinitas.

Como era la época, el huerto estaba lleno de ricas lechugas, así que nos hemos zampado unas ensaladas fresquisimas, además de las deliciosas comidas que preparaba mi madre, como el clásico potaje de cuaresma entre otras.

Mi padre también nos ha cuidado mucho, el era el encargado de preparar todo lo necesario para "hacer la vaca", que es la expresión utilizada por esta zona de la mancha para hacer alusión a la hora del aperitivo.

Como aún hace frío en esta época del año a determinadas horas del día, pudimos disfrutar del calor de la chimenea, y mi padre aprovechaba las brasas para prepararnos unos riquísimos choricillos de venao y un poco de panceta, que no sabemos como lo hace, pero le queda tan buena y tan crujiente que parecen torreznos.

Esta claro que estas cosas no se pueden hacer todos los días, pero disfrutar de unos chorricillos caseros de campo hechos con tanto amor como estos no tiene precio, y de la panceta, reconozco que no soy muy fan, pero ese toque crujiente que le da mi padre me chifla.

Hemos comido como unos señores, y no puedo evitar soltar una sonrisa al recordarlo, hasta hubo un día que tuvimos barra de postres de Semana Santa, donde no podían faltar torrijas, pestiños,natillas, y las flores y el flan tan ricos que trajeron mis tías, y es que mi familia esta llena de grandes cocineros, ¡que suerte tengo!

Ahora en esta semana, que también es algo extraña por estos días extra de vacaciones, estamos aprovechando para desintoxicarnos, fruta y verdura en vena, que es lo que hace falta.

Así que dentro de muy poco os iré poniendo recetas de los batidos tan ricos que estamos tomando por las mañanas y que tanto nos gustan.

También aprovecharemos para dar paseos, que aunque no es igual, aquí también tenemos campo y lo disfrutamos todo lo que podemos.

Y ahora me despido, que el barbas y yo nos vamos a hacer running por ahí, ¡Por fin he conseguido que se anime a salir a trotar!

¡Un beso gordo y felices mini-vacaciones!