Unas galletas muy tenebrosas....

Halloween es una celebración que me encanta, ya se, que no tiene nada que ver con las costumbres españolas, y que no es una fiesta nuestra, si no que poco a poco se ha ido haciendo un hueco en nuestro país.

¿Y que hay de malo en celebrarlo? Me pregunto yo... Siempre hay alguna excusa para hacer galletas decoradas y hornear pasteles, ¿no creeis? Pues para mi Halloween es una de esas excusas.

Si tenemos niños, podemos aprovechar para pasar un rato divertido y tomar una merienda terrorífica, ya sabemos que a los más pequeños les encantan los dulces temáticos y disfrutan mucho con ello, y si no tenemos, podemos aprovechar para hacer una diabólica reunión con amigos, ver algúnos clásicos del cine de terror o incluso organizar una fiesta de disfraces.

En cualquier caso os propongo unas galletas decoradas para llevar a la mesa en este día tan terrorífico, que son mi aportación al reto de Film & Food de este mes.

Es la primera vez que participo y estoy muy ilusionada porque me ha encantado el reto que nos han propuesto, que como os habréis imaginado consiste en preparar algún dulce típico de esta celebración tan tenebrosa...

Además tengo que hacer hacer una ofrenda de los dulces que he preparado a un blog que también participa en el reto, y en este caso he tenido la suerte de que me ha tocado mi buena amiga Irene de La cocina de tarta de fresa!!!! Así que Irene, con mucho cariño, ¡¡Estas galletas son para ti!!

Galletas decoradas Halloween

PREPARACIÓN:

Batimos la mantequilla hasta conseguir que nos quede con una textura homogénea y suave, añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta obtener una mezcla fluida y esponjosa, a continuación añadimos el huevo y la vainilla, y continuamos batiendo hasta que esté completamente integrado a la masa.

Por ultimo vamos añadiendo gradualmente la harina con la sal (que previamente habremos tamizado) y, con las manos, la vamos integrando hasta obtener una masa firme, elástica y sin que nos quede pegajosa.

Si nos quedase una masa muy pegajosa, vamos añadiendo gradualmente más harina, hasta que nos quede una masa manejable, con cuidado de no pasarnos, pues se quedaría seca.

Para saber si la masa está en su punto, cortaremos un trocito de masa y haremos una pelota con el, si no se nos pega en las manos está lista.

Cuando tengamos la masa lista, la dividimos en 4 trozos, la envolvemos en un papel film ( Si tenemos la posibilidad de meter la masa ya estirada en la nevera, mucho mejor, porque así al sacarla nos será más fácil cortarla) y la metemos en la nevera durante al menos 4 horas (esto es para poder manipularla mejor cuando vayamos a cortarla). Si no disponemos de ese tiempo, siempre podemos acelerar el proceso metiendo la masa en el congelador.

Transcurrido este tiempo extendemos la masa sobre nuestra superficie de trabajo siempre enharinada (para que no se nos pegue al estirarla), estiramos con el rodillo hasta dejarlas de un grosor aproximado de 0.5 cm de espesor, y cortamos las galletas con nuestros cortadores con la forma deseada.

Con cuidado vamos levantándolas con una espátula y las pasamos a la bandeja del horno, en la que previamente habremos puesto un papel de hornear, para que después sea más sencillo despegarlas, y así, evitamos también, que se nos manche demasiado la bandeja.

Es recomendable meter la bandeja con las galletas ya cortadas unos 10 minutos en la nevera antes de hornearlas, quedan mucho más lisitas y perfectas al sacarlas del horno si se hornean en frío.

Con el horno precanlentado a 180º, horneamos las galletas durante 8-10 minutos o hasta que estén doraditas.

Cuando estén hechas, las sacamos, las dejamos enfriar en la bandeja del horno y trancurridos 10-15 minutos las transferimos a una rejilla para que enfríen completamente. Cuando se hayan enfriado por completo es cuando podemos comenzar a decorar.

INGREDIENTES PARA LA GLASA REAL O ROYAL ICING:

Anteriormente ya había puesto la receta de la glasa, pero ahora he variado un poco las cantidades de los ingredientes, porque me parece que la textura que da mejor así.

500 gr, de azúcar glass

2 claras de huevo (yo utilizo las pasteurizadas de mercadona)

1 pizca de cremor tártaro (sirve como estabilizante para las claras y para evitar las dichosas burbujitas)

1 cuaharadita de esencia de vainilla, limón o plátano.

PREPARACIÓN:

Como sabéis necesitamos obtener dos tipos de glasa, una más dura, para el delineado de las galletas y otra más líquida, mas liviana, para el relleno de las mismas.

En primer lugar vamos a obtener la textura de la glasa más espesa, la de delineado, ya que será a partir de esta de donde saquemos la glasa fluida. Siempre debemos hacerlo así y nunca al revés, pues nos será más sencillo obtener así la textura adecuada.

Para obtener este primer tipo de glasa ponemos las dos claras junto con el azúcar glass tamizado en un bol (es mejor tamizarlo para que no aparezcan grumos), y batimos con un batidor de varillas, hasta conseguir una mezcla homogenea. La textura de la glasa dura es, para que os hagáis una idea, como la pasta de dientes, es decir que cuando levantemos el batidor la glasa se quede pegada y no se caiga, como formando estalactitas.

Separamos entonces una parte de la glasa y la depositamos en diferentes boles, en tantos, como colores vayamos a hacer. Siempre tenemos que tener los mismos colores de glasa de delineado y los mismos de glasa fluida. Los teñimos con el colorante deseado (a mi me gusta usar de la marca americolor y sugarflair) y los pasamos a las mangas pasteleras con una boquilla del número 2, pues para mi gusto es con la que mejor queda el delineado.

Ahora con la glasa que nos quede en el bol, vamos a preparar la glasa fluida. Para cambiar la consistencia y conseguir que nos quede una glasa más liviana, lo que vamos a hacer es añadir agua, en principio añadiremos una cucharadita e iremos añadiendo más poco a poco, hasta que nos quede una textura como la de la cola de carpintero, entonces nuestra glasa estará lista.

Dividimos ahora la glasa en diferentes boles, la teñimos de los mismos colores que la glasa de delineado y la depositamos en los biberones.

¡¡Ya podemos comenzar a decorar nuestras galletas!!

Y Antes de despedirme quería recomendaros algunos clásicos del cine de terror para ver en estos días de halloween tan terroríficos:

♥Como ya nos recomendaron nuestras amigas de Film & Food, Pesadilla antes de navidad. Para verla con los más peques de la casa!!

♥ El resplandor, el exorcista, Psicosis o Nosferatu, para los que les gusten los clásicos.

♥ Halloween, por supuesto no puede faltar en vuestro recopilatorio estos días, pues es la película que dió inicio al género de slasher, en que la trama gira alrededor de sanguinarios asesinatos cometidos por algún villano enmascarado, generalmente eligiendo como víctimas personas adolescentes. Además diré en su favor que esta película es mucho menos gráfica en violencia que muchas de este genero que surgieron después.

♥ Viernes 13, otro clásico para disfrutar en estos días, del cual tenemos tambien el remake de 2009 dirigido por Marcus Nispel.

♥ La casa (Cool Creek Manor), un thriller psicológico muy recomendado, protagonizado por Sharon Stone y Denis Quaid.

♥ Y por último, para los más atrevidos quiero recomendar "La morada del miedo", basada en la novela de Jay Anson "Aquí vive el horror", que narra la historia basada en hechos reales de un matrimonio con sus dos hijos que se mudan a la mansión que siempre habían soñado en el 112 de Ocean Avenue, en Nueva York. Pronto comienzan a ocurrir cosas raras y descubren que, años antrás, en esa misma casa ocurrió una espeluznante masacre que conmocionó a todo el pueblo.

Espero que os gusten mis recomendaciones, y por si no nos vemos antes ¡¡Happy Halloween!!